jueves, 28 de enero de 2010

El Muro - Por Juan Gelman

La palabra Muro se escucha con mayúscula por el que dividió a Berlín
durante 28 años. Se lo llamó y llama todavía El Muro de la vergüenza,
pero quedó muy atrás del que Israel construye en el territorio
palestino ocupado: el alemán que erigió la ex URSS tuvo 155 kilómetros
de largo, el israelí tendrá más de 700. La altura media del primero
fue de 3,6 metros, la del segundo un máximo de 8 y su anchura podrá
ampliarse ya que a uno y otro lado se cavan fosas de varios metros de
profundidad, hay vallas electrificadas de alambre de púa, sensores
térmicos, cámaras de video, torres de francotirador y carreteras para
los vehículos israelíes de patrullaje, más una franja colchón de ancho
variable. El 85 por ciento de este Muro se construye dentro de
Cisjordania, a la que despoja del 9,5 por ciento de su territorio. “Es
una locura”, calificó Roger Waters.

El 19 de agosto pasado Naciones Unidas presentó en Jerusalén Este un
corto narrado por quien fuera compositor, guitarrista, bajista,
vocalista y fundador de Pink Floyd: se titula Walled Horizons
(Horizontes vallados), dura 15 minutos y documenta los efectos que la
construcción produce en cientos de miles de palestinos. “Me llena de
horror la idea de vivir en una prisión gigantesca”, dijo Waters. Y
escribió sobre el muro: “No al control del pensamiento” (www.fran
ce24.com, 20-8-09). Puede verse en YouTube.

La ONU promovió este acto para sacudir la memoria dormida de la
comunidad internacional acerca de un hecho trascendente: el 9 de julio
del 2004, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) –el tribunal
supremo del mundo–- emitió una opinión consultiva en la que señala:
“La construcción del muro que Israel, la potencia ocupante, está
levantando en el territorio palestino ocupado, incluso en Jerusalén
Oriental y alrededores, y el régimen asociado, se oponen al derecho
internacional”. La CIJ señala que Tel Aviv debe desmantelar un muro
que para el pueblo palestino entraña, entre otras cosas, “la
destrucción o incautación de propiedad privada, restricciones a la
libertad de circulación, confiscación de tierras de cultivo, corte del
acceso a las fuentes de agua primarias” y constituye “una anexión de
facto de territorio palestino” (www.icj.cij.org, 9-7-04).

La resolución 62/181 de la Asamblea General de la ONU del 19 de
diciembre de 2007 –entre otras– demanda a Israel “que cumpla
plenamente las obligaciones legales mencionadas en la opinión
consultiva” de la CIJ, es decir, la demolición del muro que “priva
seriamente al pueblo palestino de sus recursos naturales”. Esta
resolución fue aprobada por 166 países a favor –incluidos muchos que
mantienen excelentes relaciones con Israel–, 7 en contra y 6
abstenciones (www.un.org, 31-1-08). Porque cabe preguntarse si esta
construcción es para evitar atentados terroristas, como aduce Tel
Aviv, o persigue otros fines. La CIJ subraya que “Israel no puede
invocar el derecho de legítima defensa o un estado de necesidad a fin
de eludir la ilegalidad del muro”.

La idea del Muro es, en realidad, muy anterior a la primera intifada
palestina, de 1987, y a la segunda, del 2000: ya en 1950 el parlamento
israelí promulgó la llamada Ley del Ausente, que permite al Estado
apoderarse de toda propiedad palestina que no ha sido utilizada
durante un determinado período. Israel se ha quedado así con la tierra
de miles de palestinos en razón de los retenes y las dificultades de
circulación que el Muro acentúa gravemente. Y luego: Ron Nahman,
alcalde del amplio asentamiento de Ariel, ubicado 22 kilómetros
adentro de Cisjordania, declaró a la prensa israelí que “el mapa de la
valla es el mismo mapa que vi en cada visita que Arik (Ariel Sharon)
nos hizo desde 1978” (www.americanfreepress.net, 19-12-03). Tel Aviv
no esperó a que se produjeran los atentados terroristas contra civiles
israelíes que acompañaron a las intifadas y el objetivo final del muro
es la anexión de hecho del territorio palestino ocupado desde 1967.

“Los que intentan confundir y dicen que la valla no representa una
línea política, no saben de qué están hablando”, declaró sin vueltas
David Levy, presidente del consejo de colonos del valle del Jordán, al
periódico israelí Yedioth Ahronoth (www.gush-shalom.org, 23-5-03).

“Cada quien juega este doble juego –agregó– y es conveniente para
todos. Por eso estoy a favor de la valla, es obvio que nos ubicará
adentro (de Israel).” El valle del río Jordán corre a lo largo de toda
la frontera de Cisjordania con Israel y está poblado de asentamientos
israelíes ilegales.

El corto del que participa Roger Waters recoge el testimonio de un
palestino que vive a un lado del Muro y perdió su tierra porque está
del otro. También el de una palestina cuyos niños no pueden ir a la
escuela por idéntica razón. El Muro separa a matrimonios y a padres de
sus hijos. Entre otras cosas que violan los derechos humanos del
pueblo palestino y los pactos internacionales de los que Israel es
Estado Parte.


Permalink:
http://m12.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-131261-2009-09-06.html
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